Expectativa
y caos con la construcción del tranvía de Ayacucho
Cuando el día amanece,
también empieza el estrés para los conductores del transporte público de
Medellín, que se han visto afectados con la construcción del Tranvía de
Ayacucho y el cierre de las importantes vías del centro de la ciudad “Todos
los días es peor, no hay ni por donde pasar, antes el recorrido tan solo
demoraba de 20 a 30 minutos, ahora son más de 40; uno termina agotadísimo”,
dice un conductor de la ruta 221ª San Javier.
El enorme tren cuenta con 60
vagones, construidos en Francia y para llegar a Medellín tuvieron que ser
trasportados por Bélgica y luego por Cartagena, a pesar que todo esto cuesta
mucho dinero, y ha generado caos en el centro, es una buena inversión y se
espera que mejore la movilidad de la ciudad.

Todos los días los
comerciantes al abrir sus negocios, intentan no desesperarse con los pitos, la
gente, el ruido, el polvo, además de la disminución de sus ingresos, “Ya no es
como antes que la gente entraba a todos los locales, aunque fuera a “lolear”,
ahora con esta construcción la gente siempre pasa afanada”, menciona un
vendedor de Ayacucho.
Las personas que a diario
transitan por el sector están inconformes, dicen “para llegar a donde se
necesita hay que dar más vueltas, y si uno va en carro o en moto es peor, me
toca madrugar más para poder llegar a tiempo al trabajo, esto está hecho un
desorden. Esperemos que sea para bien”.

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